domingo, 29 de julio de 2018

Servicio de aerostación


Servicio de aerostación

A finales del siglo XIX la guerra se extendió a la dimensión vertical, en cotas negativas con los submarinos y en las positivas con la aerostación y la aeronáutica que dieron origen al Arma de Aviación en 1923 y posteriormente, en 1939, al Ejército del Aire.

El Servicio de Aerostación fue una unidad militar de corto historial y de pequeños efectivos, pero de reconocida utilidad táctica. Sabida la importancia de las aplicaciones militares de la aerostación, por Real Decreto de 15 de diciembre de 1883 se dispuso que la 4ª Compañía del Batallón de Telégrafos, además de la telegrafía óptica tuviera a su cargo el servicio de aerostación en los siguientes términos:

“La 4ª Compañía del Batallón de Telégrafos (entre otros cometidos (y en tanto no se disponga de recursos para crear una sección independiente con este objeto, se ejercitará en la construcción o inflamación de los globos aerostáticos y en su manejo, libres y cautivos, emprendiendo en la medida de los recursos de que pueda disponer los ensayos y las experiencias necesarios para las más útiles aplicaciones de estos nuevos instrumentos de guerra así bajo el punto de vista de las comunicaciones como bajo el de todas las demás aplicaciones militares que puedan tener, ya sancionadas por la experiencia”.

Por la Ley de Presupuestos de 1896 se creó la Compañía de Aerostación y se organizó su parque aerostático. En 1901 se ampliaron sus misiones y, en consecuencia, vino a llamarse Alumbrado en Campaña. En 1910 se transformó en Aeronáutica Militar, se adquirió el globo España y es estableció en el Aeródromo Militar de Cuatro Vientos.

La historia de este dirigible se remonta a 1908, cuando la necesidad de dotar a nuestro ejército de este material llevó hasta el Senado una enmienda a los presupuestos del Estado para que se aprobase un suplemento de 300.000 pesetas (¡de entonces!) para la adquisición de una de estas aeronaves.

Este dirigible, como cualquier otro de los de la época, aunque no era perfecto, se presentaba como el más adecuado a los fines militares que se perseguía alcanzar. Se concertó que se adquiriría en una fábrica francesa que ya había construido otros ocho más y que recibiría el nombre de España. De sus características técnicas cabe destacar una capacidad de gas de 4000 m3, 62 metros de longitud y un motor de 110 caballos que le permitirían alcanzar una velocidad de 50 km/hora.

La barquilla estaba fabricada con tubos y planchas de acero, y tenía capacidad para ocho personas; la hélice estaba emplazada en la proa y llevaba los timones en popa, mientras que los de profundidad quedaban en los extremos de la barquilla. El dirigible tenía una autonomía de diez horas de vuelo.

No fue una buena compra, ya que los modelos alemanes resultaron mejores a la larga. Realizó veinticuatro vuelos. En 1913 participó en unas maniobras en las que intervinieron aeroplanos, que pusieron de relieve su superioridad, lo que añadido a los constantes problemas logísticos y de vuelo que había ocasionado, propiciaron su inmediata baja y el declive de la aerostación.

Las tropas de aerostación se dividían en unidades de campaña, con personal, ganado y material para el servicio de un globo cautivo cada una y unidades de fortaleza, con los elementos necesarios para los servicios de dirigibles, prácticas, producción de gas, talleres y dependencias. El material también se dividía en tres grupos: globos cautivos con sus carruajes y cilindros de gas; material para ascensiones libres, dirigibles y globos esféricos, y material de talleres.

El personal s e dividía en tres grupos: el que estaba en servicio, el disponible –destinado en otras unidades, pero afecto al servicio aeronáutico- y el de reserva, que era el resto.

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